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domingo, 18 de abril de 2021

Devocional

“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” Efesios 5:15-16

Aprovechar bien el tiempo, es a lo que el Señor nos exhorta hoy.
En muchas ocasiones nos levantamos con afán y decimos que no alcanzamos a tener nuestro tiempo con Dios porque se nos hizo tarde, entonces mejor lo aplazamos para la noche; pero si hacemos memoria honestamente de nuestra productividad en esos días, nos damos cuenta de que fue entre baja y media. Y es que el disponernos a realizar las actividades que tenemos planeadas para el día sin antes recibir la fuerza, sabiduría, paz y dirección de nuestro Padre y Dios, es como salir sin antes desayunar, con seguridad vamos a sentir un faltante importante para poder cumplir satisfactoriamente todas nuestras tareas.
Entonces, el primer paso para aprovechar bien el tiempo cada día es, sin duda, que nuestra primera actividad sea ir a la presencia de Dios a encomendarle todos nuestros pensamientos para que Él se encargue de enderezar nuestros pasos (Proverbios 16:6).
Por lo demás, el capítulo 5 del libro de Efesios nos habla acerca de algunas obras que verdaderamente nos edifican y de otras que, definitivamente participar en ellas, son perder el tiempo.
Los versículos 3 y 4 nos dicen: “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.” Entonces, si se nos presenta una situación donde evidenciemos el hablar u obrar de estas cosas infructuosas de las tinieblas, nuestro deber como hijos de luz es reprenderlas y no participar en ellas; nuestro actuar debe ser en el fruto del Espíritu que es en toda bondad, justicia y verdad, comprobando siempre lo que a Dios le agrada; y para esto, nuestro llamado principal a cambio de embriagarnos con vino es llenarnos del Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios, hablando en todo tiempo con salmos, himnos y cánticos espirituales, alabando al Señor en nuestros corazones y dando siempre gracias a Dios por todo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo Efesios 5:7-11.


Podemos resumir entonces que, para aprovechar bien el tiempo, es necesario comenzar el día dando prioridad a nuestra comunión con Dios para ser llenos de su Espíritu y así poder actuar sabiamente durante el resto de la jornada.


lunes, 11 de mayo de 2020

La Obediencia en la vida del creyente. ♥️

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros

(1 Samuel 15:22).

Reflexión: La obediencia a Dios se rige por un muy claro principio bíblico, y que atiende a la actitud que tuvo Jesús hacia su Padre cuando dijo en Mateo 26:39 “… pero no sea como yo quiero, sino como tú”, es esta la misma actitud que cada uno de nosotros debe tener, y es que ¡No es como nosotros queramos, sino como Dios quiere! No cuesta nada ser obediente cuando Dios nos da lo que hemos deseado, sin embargo, cuando los planes de Dios parecen diferir de los nuestros, obedecer se convierte en un tema complicado porque no estamos dispuestos a acatar esas nuevas ordenanzas. La Biblia en 1 de Samuel narra la historia de Saúl quien fuera el primer rey en el pueblo de Israel, en un principio era un joven humilde que cumplía obedientemente las instrucciones de Dios, pero esto fue así hasta que Dios le encomendó realizar una tarea con claras especificaciones, como se lee en 1 Samuel 15:2-3 “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto. Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.” Pero Saúl no cumplió el mandato de Dios, sino que hizo como él quiso, tal como continúa el relato en 1 Samuel 15:20-21 “Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. Mas el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu Dios en Gilgal.” Por actuar desobedientemente este rey fue desechado, y es que obedecer es hacer enteramente lo que Dios nos ha ordenado, ya sea por medio de su Palabra escrita o como en el caso de Saúl mediante revelación. Seremos desobedientes ya sea, haciendo lo que el Señor no ha dicho que hagamos, o no haciendo lo que nos ha ordenado. Nuestro Padre es sabio y desea nuestro bien, por eso no nos encomienda tareas que no podamos cumplir o que sean perjudiciales para nosotros.
Paz y Gracia 

miércoles, 17 de febrero de 2010

RECIBIENDO LA DIRECCIÓN DE DIOS



Una de las tremendas bendiciones que resultan del asunto de salir a trabajar para Cristo por fe, es que comienzan a suceder cosas gloriosas en su vida. A medida que se rinde totalmente a Dios y empieza a actuar en obediencia a Su Palabra, la bendición, el crecimiento y el aumento vienen como consecuencia.

Si caminamos fielmente con Dios, estaremos en la necesidad de Su dirección divina cada vez que vayamos a hacer decisiones en relación a Su voluntad para nuestras vidas.

Las Escrituras tienen muchas promesas de que Dios dirigirá nuestros caminos. Isaías 58:11 en particular establece claramente: “Jehová te pastoreará siempre…”.

Tras ver que ésta promesa es nuestra, necesitaremos saber cómo actuar en relación a ella, cómo discernirla y cómo obtener la dirección de Dios.

A. DEBEMOS TENER EQUILIBRIO

Podemos conducirnos erróneamente aun mientras buscamos sinceramente la voluntad de Dios. Para evitar conducirnos erróneamente, debemos tener un equilibrio entre los extremos de raciocinio humano (intelecto, objetividad) por un lado, y por el otro puro emocionalismo (intuición, subjetividad).

1. Objetividad, Subjetividad

Un extremo rechaza toda experiencia cristiana objetiva, mientras que el otro, bordea el puro misticismo.

La persona que es totalmente objetiva, nunca caminará en agua como Pedro. No es racional que la gente camine en agua. Por el otro lado el místico subjetivo no comerá fruta con su desayuno si una voz del cielo no le da permiso. (Cualquiera de estas posiciones es extrema y peligrosa para un líder de la iglesia que quiere hacer la voluntad de Dios.)

Una vez que se empieza a buscar a Dios con todo el corazón, hay trampas que surgen si uno no tiene equilibrio entre estas dos cosas. Con referencia al lado subjetivo, dice Pablo en 1 Corintios 14:10: Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado”.

Hay muchas clases de voces que le hablan a usted; por consiguiente, debe probarlas para discernir lo que es de Dios y lo que no lo es.

Por otra parte, no podemos dejar de lado lo subjetivo, y ser tan razonables y lógicos que rechacemos uno de los elementos de la fe, que es el de experimentar riesgos. Los pasos de fe (fe es una respuesta en obediencia a la palabra de Dios) son esenciales para el éxito.

2. Fe / Presunción

Cuando usted haga algo que es imposible de hacer y funcione, el ingrediente que hace que funcione es la fe. Cuando se toca el asunto de la dirección, esa fe tiene que estar basada sobre algo que sea de Dios, de otra manera, podemos actuar por presunción y no por fe, lo cual, hará que tropecemos y nos salgamos fuera de la trayectoria correcta.

B. DEBEMOS ACTUAR EN FE

1. Elías: Un Ejemplo

La interrelación entre fe y guianza está claramente ilustrada en la vida de Elías. Elías tornó a decir al pueblo, “Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios” (1 R 18:24).

Veamos la oración de Elías cuando se llegó la hora de la confrontación con los profetas de Baal:

“…el profeta Elías… dijo: Jehová Dios… sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas (1 R 18:36).

¿Qué causó el derrocamiento de los adoradores de Baal?

a. Dios Inició. Dios inició la confrontación.

b. Dios Comunicó. Dios le comunicó a Elías lo que quería que hiciera.

c. Elías Obedeció. Elías actuó en obediencia a la Palabra de Dios.

d. El Milagro Sucedió. ¿Cómo podemos obtener la guianza de Dios?

C. DEBEMOS USAR LAS LUCES DIRECCIONALES DE DIOS

Así que, Dios nos ha dado lo que yo llamaría “luces direccionales” para dirigir claramente nuestros caminos. A fin de que podamos saber reconocer estas luces direccionales, echemos un vistazo a una ilustración.

1. Nos Mantienen En Ruta

Un barco transoceánico que viene de alta mar por la noche, manda pedir que un piloto del puerto venga a su barco para que tome el mando del mismo. Él reemplaza al capitán porque conoce el canal mejor y puede dirigir el barco a puerto seguro a través de los lugares peligrosos donde podría encallar.

Para ayudar al piloto a mantener el barco en su rumbo, una serie de luces de navegación han sido instaladas en el puerto y en la tierra adyacente al puerto.

El piloto debe conseguir mantener una línea recta con estas luces para asegurarse de que el barco está en el centro del canal. De esa manera, al mantener las luces alineadas, no encallará, ni efectuará desviaciones que puedan llevar al barco a un final desastroso.

2. Tenemos Siete Luces

Estas luces de navegación son semejantes a las que Dios nos da para ayudarnos a mantenernos alineados y en la ruta en nuestra experiencia cristiana. Dios nos ha dado siete luces de señales por las que podemos tener la dirección divina y éstas pueden ayudarnos a evitar los naufragios. Estas siete luces son:

a. La Convicción Interna;

b. Confirmación En La Escritura;

c. Confirmación Profética;

d. Consejo Divino;

e. Evidencia Circunstancial;

f. La Paz De Dios y

g. Provisión De Dios

Consideremos cada una cuidadosamente.

3. Describiendo Las Siete

a. Convicción Interna. La primera luz direccional que describiré, es lo que yo denomino una convicción interna. Algunas personas llaman esto un “testimonio del Espíritu”.

En Hechos 16, Pablo estaba intentando entrar en Asia, pero Dios quería que fuera en otra dirección. El Espíritu le había impedido dos veces entrar en Asia; luego, le presentó una visión en la cual vio a un hombre macedonio que le decía: “Pasa a Macedonia y ayúdanos”. Siendo que el versículo 10 establece: “…dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio”, vemos que Pablo había llegado a una convicción y seguridad internas de que Dios deseaba que fuera a Macedonia.

1) Debe Venir En Primer Lugar. Así que, ahí fue donde comenzó su dirección: en una convicción interna. En primer lugar, usted tiene que tener alguna convicción interna de lo que Dios desea antes de que cualquier otra cosa pueda subseguir. Primeramente, Él coloca la responsabilidad sobre usted para determinar lo que desea para su vida.

La percepción de este conocimiento interior de lo que usted siente que Dios quiere que haga, puede ser conseguida por medio de su devota dedicación en la espera de Él, orar con fervor y buscar Su rostro hasta que descienda sobre su corazón la convicción de Su verdadera voluntad. Puede que no se encuentre absolutamente seguro de ello, pero aquí es donde necesariamente ha de comenzar su punto de partida.

Algunos acuden a un ministerio profético para recibir alguna “palabra del Señor” como si fueran a un adivinador o a alguien que dice la buenaventura. Ese es un concepto equivocado. Si usted obtiene dirección de otros antes de oír algo del Señor, va a terminar en confusión. Las palabras proféticas en la iglesia son para confirmación de la dirección de Dios, no para establecer la dirección para su vida.

b. Confirmación En La Escritura. Después de 40+ años de caminar con el Señor, llegué a la convicción interna de buscar la dirección de Dios. Esta convicción interna debe ir unida a la segunda luz direccional, la confirmación objetiva de las Escrituras.

Subjetivamente, yo digo que siento que esto es lo que Dios quiere que yo haga, pero objetivamente, tengo que medirlo a la luz de los principios de la Escritura.

1) Advertencia En La Escritura. Isaías 8:20 da una importante advertencia con respecto a esto: “¡A la ley y al testimonio!: si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. Una convicción, una voz o una profecía pueden desviarle si no están de acuerdo con las Escrituras.

Por ejemplo, Dios no dirige a un hombre para que se divorcie de su esposa y se case con otra. Jamás Dios guiaría a una persona en contradicción a Su Palabra.

2) No Contradicción. No hay Dirección de Dios que contradiga su palabra. Y recuerde, Dios no hace excepciones; no hay acepción de personas.

c. Confirmación Profética. Ahora bien, usted no puede navegar con una sola luz como señal direccional; ni siquiera puede mantener el rumbo con dos. Por consiguiente, necesitará de una tercera señal luminosa que Dios puede concederle, la de la confirmación profética, la de dirección por medio de la profecía.

1) Ejemplos De La Escritura. La Biblia tiene un número de casos donde el Señor utilizó la profecía para confirmar la dirección en una vida.

En Hechos 21:11, la confirmación profética vino de Agabo sobre algo que Pablo ya sabía: “…tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles”.

En Hechos 20:23 Pablo ya había dicho: “Salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones”. En Hechos 21:4 volvemos a encontrar discípulos que le decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalén”.

Aquí tenemos tres pasajes de las Escrituras que hacen referencia a la subida de Pablo a Jerusalén, y cada uno confirma lo anterior.

Por consiguiente, esto nos indica que hay una confirmación disponible para nosotros a través de la profecía de los creyentes que hablan por el Espíritu, que están confirmando la convicción interna que nos ha venido, y la cual a su vez, está en correspondencia con la Palabra de Dios.

2) Advertencia. Permítame darle una advertencia: ¡no haga esto al revés! Muchísimas personas comienzan con una dirección a través de la profecía, intentan encontrar algunos pasajes de la Biblia que las respalden y, después, tratan de convencerse a sí mismas de que eso es lo que Dios desea que hagan.

La primera obligación al buscar Su voluntad, está entre usted y Él, sin que haya algún otro ser humano como intermediario, salvo por alguna rara excepción en que Dios escoja abrogar este principio basándose en Su soberanía.

d. Consejo Piadoso. La cuarta señal de luz direccional, es una que es rechazada por muchos, de manera que acaban apartándose espiritualmente. Esa es la luz del consejo piadoso.

Salomón dijo unos mil años antes de Cristo: “...en la multitud de consejeros hay seguridad” (Pr 11:14).

1) Algunos Enseñan Error. Algunos enseñan hoy: “La Biblia dice ‘el negocio del rey requirió rapidez’, de manera que lo que tengas que hacer, hazlo deprisa”. Si usted vuelve al texto y encuentra el contexto, verá que fue la mentalidad equivocada del rey en el manejo de sus asuntos lo que requirió apresuramiento.

Cada vez que haya presión, un apresuramiento en su espíritu, y no pueda usted esperar para recibir un consejo piadoso, ¡tenga cuidado! Está usted a punto de desviarse. Isaías el profeta dijo: “El que cree no se dejará llevar por el apresuramiento”.

2) Busque A Un Anciano Respetable. Cuando hablamos del consejo piadoso, no queremos decir que se vaya a un novicio, a alguien recién venido a la fe o que un adolescente vaya a otro adolescente. Estamos hablando de un consejo piadoso que venga de alguien que conozca los caminos de Dios y haya estado caminando con Él con entendimiento espiritual durante muchos años. Usted debe ejercer sabiduría a fin de pesar su consejo piadoso y verlo como una de las luces direccionales de Dios.

e. Evidencia Circunstancial. Al continuar buscando la dirección divina, Dios da una quinta señal o luz direccional, la cual, confirma las circunstancias, a lo que podemos llamar: “evidencia circunstancial”.

Cuando esté caminando en el centro de la voluntad de Dios, teniendo una convicción interna o quizás una confirmación profética y un consejo piadoso, todos en línea con la Escritura, a menudo verá circunstancias definidas que confirman. Dios empezará a dar evidencia circunstancial favorable de que está en la trayectoria correcta.

1) Ejemplo Personal. Por ejemplo, cuando el Señor nos habló a mi esposa y a mí acerca de que nos deberíamos mudar del sur de los Estados Unidos hacia la Costa Occidental, fuimos a una agencia de bienes raíces para que pusieran nuestra casa en venta.

Ellos y casi todos a los que le contamos nuestros planes decían: “Oh, Hermano Ralph, se tomará por lo menos de año y medio a dos años para vender su casa. El mercado atraviesa por un tiempo de gran depresión económica; la gente está sin trabajo; es una temporada de recesión; etc., etc.,”.

Sin embargo, yo le dije a Rose: “Dios nos ha hablado; así que, estoy seguro de que Él es más que suficiente para ayudarnos a vender nuestro hogar en un espacio de tiempo razonable, ¡unas dos semanas!” Ese es exactamente el tiempo que nos tomó en venderla, y se nos presentaron cuatro compradores para la casa. Tampoco la vendimos a un precio regalado, sino que la vendimos a un precio justo según su valor en el mercado. Además, el comprador nos entregó la suma exacta de $4,500 por la opción sobre su valor de $9,000 en el mercado actual. Así que, para nosotros eso fue la evidencia circunstancial de que Dios nos estaba confirmando que estábamos dentro de Su divina voluntad.

2) Puede Haber Excepciones. Puede haber excepciones a esto en ocasiones en que Dios esté tratando con usted. Hay tiempos cuando uno camina con Dios y, en los cuales, Él nos habla; aunque todas las circunstancias estén en contra suya, sólo usted sabe que le ha hablado de una manera tal que es vital marchar hacia adelante.

Cuando los sacerdotes vinieron al Jordán y pusieron sus pies en sus aguas y éstas se dividieron, así sucede a veces con las circunstancias. Usted puede caminar directamente hacia el Jordán y ver cómo se divide.

También puede caminar directamente hacia él, saltar hacia sus profundas aguas y ahogarse, si acaso no tiene la palabra del Señor y no se está moviendo en el orden de la Escritura, siguiendo el consejo apropiado. Entonces, esa no es fe, ¡es presunción!

f. La Paz De Dios. La sexta luz direccional es la paz de Dios. Paz con Dios y la paz de Dios son dos cosas diferentes. Romanos 5:1 dice: Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Cuando usted es salvo, limpiado en la sangre, justificado o cualquier término que quiera usar, en realidad tiene paz con Dios, la cual, es una sensación bastante diferente a la paz de Dios, que viene al corazón del creyente cuando camina en obediencia a Su voluntad divina. Pablo dice en Filipenses 4:6 y 7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.

1) Es Su Arbitro. El versículo clave es el número 7: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. “Guardará” es la palabra clave, la cual, significa “actuará como un árbitro”. La paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, actuará como un árbitro.

El propósito de un árbitro, es controlar el juego para que sea como debe ser. Así que, la paz de Dios tiene que actuar como un árbitro para decirnos si hemos cometido “falta” o si actuamos correctamente.

Por ejemplo, usted está en la encrucijada de una decisión y no sabe si tomar el camino de la izquierda o el de la derecha.

2) Haga Su Decisión. Déjeme darle aquí una simple palabra de sabiduría: ¡cuando afronte una decisión, haga una! Muchas personas permanecen diez años en una encrucijada y nunca toman una decisión. Después de que se haya sometido a sí mismo a Dios y la lleve a Él en oración, entonces, haga su decisión.

Aquí es donde la paz actúa como un árbitro: usted ora, la encomienda a Dios y dice: “Muy bien Señor, voy a tomar el camino de la izquierda”. En el momento que usted comienza a seguir ese camino, repentinamente siente que la paz de Dios le deja y se pregunta: “¿Para donde se fue Dios?”.

Cuando Su paz le deja, ése es el momento de detenerse y examinar su situación. Tome nota respecto al lugar donde perdió su paz, vuelva, retorne a tal lugar y diga: “Señor, tomé la decisión equivocada”. Entonces, tome la senda de la derecha, la del bien; al instante notará que la paz de Dios vuelve a su corazón.

Para esos momentos comprenderá que está siguiendo Su voluntad.

g. La Provisión De Dios. Pasemos ahora a la séptima luz: la de la provisión. Busque la provisión de Dios en la dirección hacia la cual se dirige. Hudson Taylor dijo: “Hacia donde Dios guía, Dios provee”. Él continuó diciendo: “La obra de Dios, hecha en el tiempo de Dios, a la manera de Dios, nunca carecerá de Su provisión”. Esa es una ley inmutable y vale la pena recordarla.

1) No Descuide A Su Familia. Las personas que dejan a sus esposas e hijos hambrientos y necesitados sin ninguna provisión porque dicen que “Dios les está dirigiendo para que salgan a evangelizar a América del Sur, están en un grave error”. 1 Timoteo 5:8 declara con claridad: “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo”.

Hay veces que si uno ha tenido una palabra definida y sólida de Dios, uno camina en fe sin provisión, entrando en una situación imposible. De hecho, si tiene una palabra definida del Señor, ¡usted puede andar en el aire! Pero si no la tiene, puede que se encuentre en una situación terriblemente dura y terminar en un desastre.

No estoy hablando del sufrimiento que una familia pueda experimentar a causa de persecución. El esposo puede ser llamado a compartir el evangelio; por compartir, lo meten a la cárcel y no puede proveer las necesidades de su familia.

Eso es diferente al comportamiento irresponsable que algunos demuestran al viajar a muchos lugares “compartiendo el evangelio”, mientras su esposa e hijos están desamparados en su hogar.

Yo hice un compromiso con Dios hace algunos años cuando estaba tratando conmigo.

Para entonces, yo le dije: “Muy bien, Señor, iré a cualquier lugar, en cualquier tiempo, de cualquier manera, pero con una condición: TÚ proveerás para el pago de mis gastos y yo iré”.

El Señor dijo: “Gracias, firma aquí”. Dios me ha sostenido en ese contrato y ha sido más que fiel en Su parte. He viajado a centenares de miles de millas y nunca me ha llamado para que fuera sin dejar a mi familia la provisión material adecuada.

2) Algunas Veces Él No Provee. Watchman Nee dice que la provisión es uno de los primeros modos que Dios tiene de restringir a sus siervos supercelosos que están yendo más allá de Su voluntad para sus vidas. Él les arrebata la alfombra de la provisión de debajo de sus pies.

Durante doce años Dios me arrebató la alfombra de la provisión de debajo de mis pies. Me mantuvo en una situación de tanta pobreza que apenas podía comprar un boleto de diez centavos para tomar el trolebús para ir de un lado a otro de la ciudad. ¡Ésta es la pura verdad!

Pero cuando Dios cambió esa situación y abrió la puerta, cuando llegó para mí Su tiempo, entonces, Él hizo la provisión.

Yo me habría adelantado a una distancia de años de Dios si hubiera seguido mi voluntad. Él sabe que traté de hacerlo. ¡De hecho, tengo cicatrices en todo mi cuerpo como resultado de querer entrar a través de puertas que no eran la voluntad de Dios que tocara! Dios utilizó la falta de provisión todos esos años para mantenerme donde Él quería, con la finalidad de prepararme.

Por lo tanto, hemos visto en la promesa de Dios para guiarnos continuamente, que Él nos provee con siete luces direccionales para mantenernos sobre el camino correcto en nuestro caminar cristiano. Hablamos de tener una convicción interna de lo que Dios quiere que hagamos; de la necesidad de que esa convicción esté en línea con la Escritura; de la confirmación profética que nos da dirección; de la sabiduría del consejo piadoso; de las circunstancias que confirman; de la paz de Dios que actúa como árbitro; y, finalmente, de la provisión de Dios.

D. ÉL NOS GUÍA EN OBSCURIDAD

Pero hay todavía otra manera en la que Dios guía, y la encontramos en Isaías 42:16: Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé”. El versículo 19 continúa diciendo: “¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién es sordo, como mi mensajero que envié? ¿Quién es ciego como mi escogido, y ciego como el siervo de Jehová?”.

Hay ocasiones en sus relaciones con Dios, que no sabrá qué camino va hacia arriba, hacia abajo o hacia los lados. ¿Se ha encontrado alguna vez en esa situación?

Si se encuentra bajo el castigo, tratos y disciplinas del Señor, al igual que José cuando estaba en la prisión del Faraón, incapaz de encontrar una sola luz direccional, sin saber lo que está sucediendo allá en el mundo, ni qué camino seguir.

1. Afiáncese A La Fe

Todo lo que deberá hacer es afianzarse a la fe. Si su vida está encomendada al Señor y no está caminando en rebelión voluntaria contra lo que Él dice, entonces, DIOS LE ESTÁ GUIANDO. Él nos conduce por la luz o puede conducirnos por la ceguera, pero de cualquier manera, Él nos conduce.

2. Él Siempre Estará Contigo

Al contemplar los valles mas obscuros de mi vida, cuando parecía que Dios se había alejado, ahora veo que Él siempre estuvo conmigo. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti” (Is 43:2). Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan” (Is 58:11).

domingo, 27 de diciembre de 2009

“Mi Alabanza a Dios”

INTRODUCCIÓN:

No Debemos cantar por cantar sino entendiendo que la Alabanza es un arma muy poderosa para edificar nuestra fe y también en contra de Satanás. Veamos algunas razones del porque debemos alabar a Dios.

l.- SOMOS CREADOS PARA SU ALABANZA Y GLORIA
Isaías 43:7 “Todos los llamados de mi nombre; para Gloria mía los he creado, los forme y los hice”

ll.- PORQUE GLORIFICA A DIOS
Salmos 50:23 “El que sacrifica Alabanza me honrara, y al que ordenare su camino, le mostrare la salvación de Dios”

lll.- PORQUE DIOS ES DIGNO DE SER ALABADO
Salmos 149:1 “Cantad a Jehová cántico nuevo; su Alabanza sea en la congregación de los santos”

lV.- PORQUE LA ALABANZA ENGRANDECE A DIOS
Salmos 69:30 “Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltare con Alabanza”

V.- PORQUE LA ALABANZA ES HERMOSA EN LOS JUSTOS
Salmos 33:1 “Alegraos, oh justos, en Jehová; en los íntegros es hermosa la Alabanza”

Vl.- PORQUE DIOS MORA EN MEDIO DE LAS ALABANZAS DE SU PUEBLO
Salmos 22:3 “Pero tu eres Santo, tu que habitas entre la Alabanza de Israel”

CONCLUSIÓN:

La actitud del Creyente hacia la Alabanza y la Adoración y su participación en ellas son la clave para entrar en la presencia de Dios.

“En Línea Directa con Dios”

INTRODUCCIÓN:

Jesús como hombre de Oración nos dio muchas enseñanzas acerca de la oración y nos hace ver la necesidad de orar.

l.- ¿QUÉ ES LA ORACIÓN?

La oración es hablar con Dios, hablar como se habla con un amigo. Como hijos de Dios estamos invitados a venir personalmente a su trono. “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” Hebreos 4:16

ll.- ¿POR QUÉ DEBO ORAR?

Porque es un mandato de Dios.
1° Tesalonisenses 5:17 “Orad sin cesar”
Efesios 6:18 “Orando en todo tiempo”
1° Timoteo 2:8 “Quiero que los hombres oren en todo lugar”. A más de ser un mandato es una necesidad espiritual para estar fortalecidos en nuestro hombre interior y vencer toda clase de tentaciones.

lll.- ¿CUÁL ES LA MANERA CORRECTA DE ORAR?

a. Dirigir nuestra oración al Padre. Mat. 6:9
b. Orar en el Nombre de Jesús Jn 16:23,24; 14:13
c. Orar en el poder del Espíritu Santo. Rom. 8:26
d. Orar con fe. Stgo. 1:6
e. Orar con persistencia. Luc. 18:1
f. Orar con sinceridad. Salm. 145:18

CONCLUSIÓN:

Oremos al Padre en el nombre de Jesús, mediante el ministerio del Espíritu Santo.

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Loco por Jesucristo y por su Reino.