Edificacion

martes, 28 de diciembre de 2021

Soy Acepto en el Amado ❤️

"Aceptos en el Amado"
--Efesios 1:6
¡Qué privilegio! Esto incluye nuestra justificación ante Dios, pero el término "aceptación" en el griego significa más que eso. Signfica que somos los objetos de la complacencia divina, más aún, incluso del deleite divino. ¡Cuán maravilloso que nosotros, gusanos, mortales, pecadores, seamos los objetos del amor divino! Pero esto sólo es "en el amado". Algunos cristianos parecen ser aceptos en su propia experiencia, al menos, esa es su expectativa. Cuando sus espíritus están animosos, y sus esperanzas resplandecen, ellos piensan que Dios los acepta, porque se sienten tan elevados, tan celestialmente dispuestos, tan por sobre la tierra. Pero cuando sus almas están sobre el polvo, ellos son víctimas del temor de que no son más aceptos. Si ellos pudieran ver que todas sus elevadas alegrías no los exaltan, y que todos sus peores desalientos realmente no los deprimen ante la vista de su Padre, sino que permanecen aceptos en Uno que nunca cambia, en Uno que es siempre el amado de Dios, siempre perfecto, siempre sin mancha o arruga, o cualquier cosa semejante, ¡Cuánto más felices serían ellos, y cuánto más honrarían al Salvador! Regocíjate entonces, creyente, en esto: tú eres acepto "en el amado". Tú miras dentro de ti, y dices: "¡No hay nada aceptable aquí!" Pero mira a Cristo, y ve si no hay nada aceptable allí. Tus pecados te preocupan; pero Dios ha arrojado tus pecados a sus espaldas, y tú eres acepto en Aquel Justo. Debe luchar con la corrupción, y combatir la tentación, pero ya eres acepto en Él que ha vencido los poderes del mal. El maligno te tienta; ten ánimo, él no puede destruirte, porque eres acepto en el que ha quebrantado la cabeza de Satán. Conoce con plena certeza tu gloriosa posición. Incluso las almas glorificadas no son más aceptas que lo que tú eres. Ellos son solamente aceptadas en el cielo "en el amado", y tú eres incluso ahora aceptos en Cristo en la misma manera.

domingo, 18 de abril de 2021

Devocional

“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” Efesios 5:15-16

Aprovechar bien el tiempo, es a lo que el Señor nos exhorta hoy.
En muchas ocasiones nos levantamos con afán y decimos que no alcanzamos a tener nuestro tiempo con Dios porque se nos hizo tarde, entonces mejor lo aplazamos para la noche; pero si hacemos memoria honestamente de nuestra productividad en esos días, nos damos cuenta de que fue entre baja y media. Y es que el disponernos a realizar las actividades que tenemos planeadas para el día sin antes recibir la fuerza, sabiduría, paz y dirección de nuestro Padre y Dios, es como salir sin antes desayunar, con seguridad vamos a sentir un faltante importante para poder cumplir satisfactoriamente todas nuestras tareas.
Entonces, el primer paso para aprovechar bien el tiempo cada día es, sin duda, que nuestra primera actividad sea ir a la presencia de Dios a encomendarle todos nuestros pensamientos para que Él se encargue de enderezar nuestros pasos (Proverbios 16:6).
Por lo demás, el capítulo 5 del libro de Efesios nos habla acerca de algunas obras que verdaderamente nos edifican y de otras que, definitivamente participar en ellas, son perder el tiempo.
Los versículos 3 y 4 nos dicen: “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.” Entonces, si se nos presenta una situación donde evidenciemos el hablar u obrar de estas cosas infructuosas de las tinieblas, nuestro deber como hijos de luz es reprenderlas y no participar en ellas; nuestro actuar debe ser en el fruto del Espíritu que es en toda bondad, justicia y verdad, comprobando siempre lo que a Dios le agrada; y para esto, nuestro llamado principal a cambio de embriagarnos con vino es llenarnos del Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios, hablando en todo tiempo con salmos, himnos y cánticos espirituales, alabando al Señor en nuestros corazones y dando siempre gracias a Dios por todo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo Efesios 5:7-11.


Podemos resumir entonces que, para aprovechar bien el tiempo, es necesario comenzar el día dando prioridad a nuestra comunión con Dios para ser llenos de su Espíritu y así poder actuar sabiamente durante el resto de la jornada.


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